El objetivo de este espacio es narrar todas aquellas historias ocultas que circulan alrededor del mercado local e internacional; aquello que conocemos como un rumor, pero que en algunas ocasiones tiene una transcendencia tal que afecta el resto de la comunidad inversora.
Algunas de estas historias las he escuchado en los pasillos de muchas firmas comisionistas del país ,y otras la he extractado de libros y publicaciones de bolsa locales e internacionales; tras todas ellas hay una historia de vida una anécdota que contar , que en algunas ocasiones termina con un final feliz como en un cuento de hadas y en otras ocasiones concluye como la mas trágica y triste de las historias.
Índice
Historia 1. MITOS Y LEYENDAS DEL 2006 ( EL PRIMER TSUNAMI DE REPOS EN LA BVC)
Historia 2 . Martin Schwart “Buzzy” (1945- )
Historia 3. Steven A. Cohen (1956- )
1. MITOS Y LEYENDAS DEL 2006 (EL PRIMER TSUNAMI DE REPOS EN LA BVC)
Autor: Juan Fernando Peláez
Transcurría el
mes de marzo de 2006, nos encontrábamos en
vísperas de elecciones presidenciales en Colombia; el Dr. Alvaro Uribe
se presentaba como un fuerte candidato para ser reelegido en la presidencia, a
pesar de la fuerte competencia que ejercía el Dr. Carlos Gaviria del polo
democrático.
El mercado
bursátil se sentía tranquilo porque confiaba en su presidente y en la futura
reelección del mismo. Para aquella época el IGBC oscilaba en lo que se conocía
como los fatídicos 11.000 puntos y para llegar allí había subido prácticamente
sin descanso por casi dos años. Recuerdo muy bien, que el sentimiento
generalizado del público inversor era de júbilo, los participantes se
sentían atiborrados de victorias y como
no sentirse así, si casi todos los activos habían multiplicado su precio por
más de 3 veces.
En el horizonte
comenzó a emerger un hombre misterioso, el cual por varios años atrás había
comenzado a tomar posición en la parte
alta de los anexos financieros como uno de los principales inversionistas de
varias empresas inscritas en la Bolsa de valores de Colombia. Aparentemente
este personaje misterioso no pretendía quedarse con el control de las
compañías, como si lo había
intentado el Sr. Guillermo Saffair con
Colseguros en la década de los 70 y Byron López con Acerías Paz del Rio en los
años 80.
A través de los
repos este personaje venia comprando grandes participaciones en algunas
empresas colombianas como Suramericana, Fabricato, Acerias Paz del Rio y
Bancolombia entre otras, pero el público inversor aún no demarcaba este
mecanismo de apalancamiento como un riesgo por el que hubiese que preocuparse,
más bien el mercado se concentraba en oscilar con una tensa calma y se mostraba
indiferente ante incremento de los llamados repos.
Por el lado del
país del norte, el Sr. Alan Greenspan, gestor de una de las peores crisis
financieras de la historia, estaba implementando una política restrictiva
elevando los tipos de interés, lo cual afectaba directamente el comportamiento
de los TES en Colombia y para el mes de abril de 2006 el IGBC
permanecía aun en su letargo, pero su homólogo de renta fija ya advertía que se
venía gestando algo que preocupaba a los fondos
institucionales. (Anexo Gráfico de TES vs IGBC).
El IGBC
permanecía apático a los movimientos de los TES, o tal vez el nivel de novatos
en ese momento era tal, que se miraban las caras unos a otros preguntando
porque el mercado no seguía avanzando; pero igual nada importaba porque eran
los reyes del mundo y que de malo podía pasar, si la reelección del actual
presidente era casi segura y la política
de seguridad democrática había rendido sus frutos; en ese momento los colombianos nos sentíamos
seguros, es más podíamos viajar por las carreteras del país sin temor alguno,
cosa que era imposible unos años atrás. Un componente adicional se entremezclo
con la sensación de seguridad y complacencia, un alto crecimiento económico que
no se había presentado en mucho tiempo en el país termino por bajar la guardia
de todos los inversionistas dejándolos indefensos ante el tsunami que se venía
gestando.
Una palabra que
no había aparecido en la boca de muchos y que en los años venideros daría mucho
de qué hablar, sería la responsable de
una de las caídas más fuertes que he presenciado en la bolsa de valores de
Colombia. La palabra mágica fue REPOS, tal y como lo es ahora, esta sería la
prueba clave de que la superintendencia y los entes regulatorios son los
culpables de lo ocurrido con la comisionista Interbolsa, debido a que un sobre-apalancamiento
fue la causa de la caída de esta firma y lo mismo había pasado ya en 2006, y
ellos no tomaron medidas preventivas para corregir este peligroso desfase, en
fin esa es otra historia que espero poder contarles.
Como les venía
relatando antes de incluir el caso Interbolsa, esa fue una de las caídas más
violentas que he presenciado en la BVC, el pánico fue tal que un día tuvieron que suspender la bolsa por su
increíble descenso, en mi concepto lo vivido en la crisis del 2008 en la BVC
fue un paseo en Disneyland comparado con la acontecido en esa época. Pero
quiero describirlo más detalladamente a fin de que ustedes, apreciados lectores
conozcan la historia con lujo de detalles.
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El 11 de mayo
de 2006 el IGBC abrió la mañana tranquilo como los meses anteriores, era un día
más, nada que temer, aunque los vendedores tuviesen el control. Aquel día el
mercado marco el open en los 10749 puntos y comenzó a bajar, hasta ahora todo parecía una corrección
normal a buscar los 10.000 puntos, soporte que había respetado desde febrero de
2006; al terminar aquel día el IGBC cerró en 10.448 puntos. Al día siguiente el mercado continuo con su
sesgo bajista abrió en 10.448 y cerro en 10.261, pero a diferencia del día
anterior empezó a marcar velas con colas de piso a niveles de 10.000 puntos. El fin de semana nos fuimos a casa y las cosas
seguían bien. El 15 de mayo todo comenzó a salirse de control, el IGBC por
primera vez en tres meses rompía los 10.000 puntos y cerraba a niveles de
9.995, hasta allí algunos operadores comenzaron a ver que las cosas no andaban
bien, pero igual, era una caída como cualquier otra, no había de qué
preocuparse. Nada más lejano de la realidad que aquella afirmación, pues 5 días
después el mercado había perdido 1.755 puntos, lo cual en porcentaje se traduce
en una caída del 18% en tan pocos días, que barbaridad, el mercado afirmaba que
todo había terminado en niveles de 8200 puntos, incluso por aquella época el
Dr. Juan Camilo Ochoa, presidente de Suramericana animaba a muchos inversionistas a no entrar
en pánico y vender sus acciones, pero lo que el mercado no sabía era que en
aquella caída algunos de los fondos de pensiones aumentaron su participación en
Suramericana, incluso los accionistas con menor participación disminuyeron y el
individuo misterioso bajo fuertemente su propiedad en la misma.
Para esas
fechas como se esperaba el Dr. Uribe Vélez gano las elecciones, Uribe consiguió
5.986.010 votos, mientras su opositor Carlos Gaviria obtuvo 2.141.180 votos, Uribe
superó la votación con la que había ganado hacia cuatro años, y al mismo tiempo
logró la votación más alta conseguida en Colombia en una elección presidencial. El efecto presidencial
le dio un respiro al mercado impulsándolo de los 8200 aproximadamente a los
9.400 puntos. Pero al parecer el mercado no contaba con que este rebote era solo
un respiro a esa primera gran ola, y que en poco tiempo una segunda ola todavía
más destructiva acabaría con las ilusiones y el patrimonio de muchos.
Pues resulta
que el 01 de junio de 2006 el mercado efectuaba lo que los analistas técnicos
conocen como velas con cola de techo, y cuyo significado advierte a esta
corriente de análisis que existe presencia de vendedores en dicho nivel y por lo tanto lo más prudente es replegarse y
esperar el próximo soporte o nivel de demanda. Pero al parecer el fuerte
apalancamiento que presentaba la bolsa en ese momento género una segunda ola de
ventas que comenzó casualmente el día 6 del mes 6 del año 2006, número que en
muchas películas de terror adjudican al mismísimo diablo, que horror
pensaran ustedes señores lectores, pero pienso que eso no es más que una simple
casualidad que se acoge a la superstición popular de ese número. En fin, la
caída continúo hasta el 13 del mismo mes, llevando el IGBC de 9000 a 6160
puntos, lo que se traduce en una caída de más del 30%.
El día 13 de
junio de 2006 termino tan absurdo debacle por cuenta de los llamados repos y
las operaciones a futuro, su despedida fue una subasta de volatilidad al cierre
que se prolongó por varios minutos, para al día siguiente efectuar un rebote
por arte de magia, pero ya con muchos de los pasajeros fuera del mercado y
perdidos en su frustración y en el miedo de aquella violenta caída.
Al final de
dicho evento, quisiera recordar algo que se escribió en aquella época por la
revista Semana, unos de los pocos medios informativos que investigó las causas
de tal crisis en bolsa: “Lo que sí queda
claro es que el juego de la Bolsa 'apalancado', es decir, a punta de deuda, ha
sido históricamente un desastre. Es como el juego de la pirámide. Entran y
entran personas hasta que llega un momento en que alguien se revienta y eso
hace que el castillo de naipes se derrumbe……”
Esa simple
afirmación, resultó ser una especie de profecía de lo que paso en el 2012 con Interbolsa,
pero a mi juicio, fue una advertencia que nunca fue escuchada por los entes
regulatorios. Y al final quien pago los platos rotos, como ocurre siempre en
estos casos, el ciudadano común o como se conoce en bolsa, los minoritarios.
Ø
Martin
Schwart “Buzzy” (1945- )
No luche contra las tendencias, a pesar del hecho de que estamos en
máximos históricos".
Martin
Schwart
Martin
Schwartz es uno
de los “Market Wizards” o “Maestros del Mercado” entrevistados por Jack D.
Schwager en sus tres best-sellers. Es un trader excepcional y representa el
triunfo del trabajo duro y de la utilización de metodologías de operación basadas en análisis gráfico para ganarse la vida haciendo negocios. Es un luchador nato y un claro ejemplo
de que con esfuerzo se puede vivir del trading. Comenzó su carrera en los
mercados como analista fundamental y durante 9 años ésta fue su profesión, sin
embargo se trataba de un trabajo que consideraba transitorio, una forma de
ganarse la vida que abandonó cuando acumuló suficiente capital para lanzarse al
trading por cuenta propia, su verdadera pasión. Contaba con una sólida
formación tras haber pasado por las universidades de Amherst y Columbia, conocía la importancia de la disciplina tras
su paso por los marines y sólo necesitaba una metodología de trading la cual consiguió
a través de la investigación en el campo del análisis técnico.
Martin
Schwartz
desde muy
pequeño se sintió fuertemente atraído por el juego y durante toda su vida
necesitó y buscó emociones fuertes. Desde muy joven, Martin Schwartz
empezó a jugar a las cartas, apostaba en los caballos, a
frecuentaba casinos y como no, a operar en bolsa. Esta última le enseñó a
controlar sus emociones aunque su necesidad constante de jugar le convertía en
muchas ocasiones en un ludópata empedernido. Un ejemplo de esta ludopatía la
encontramos en el verano de 1967. Sus padres le regalaron 1.000 dólares por su
graduación de la universidad de Amherst, que empleó al igual que su hermano
mayor en un viaje por Europa junto con 2 compañeros de la universidad. Mientras
que Larry y Steve, sus compañeros de viaje se dedicaron las 11 semanas a
disfrutar de sus vacaciones visitando museos, catedrales y monumentos, nuestro joven
ludópata se dedicó a recorrer los casinos de las diferentes ciudades por las que
iban pasando, su objetivo era ganar 1.000 dólares para poder devolver a sus
padres el dinero de la graduación, por supuesto esto no fue posible y tras días
buenos y días malos su retorno neto fue nulo. Martin también recuerda con
especial fascinación su primer viaje a Las Vegas y a pesar de saber que la
esperanza matemática de los casinos es negativa, Schwartz sentía una atracción por estos lugares de juego.
Los comienzos como Analista
Fundamental.
En 1970 tras su graduación en Columbia
Business School, Martin Schwartz decidió buscar trabajo como
Analista fundamental y aceptó una oferta de la firma Kuhn Loeb por 16.000
dólares anuales, que se convertirían pronto en un sueldo de 30.000 dólares. Su
trabajo consistía en recorrer el país visitando empresas y haciendo informes
fundamentales sobre acciones, los viajes eran constantes y el trabajo no le
disgustaba. Dio el salto a Great Pyramid en 1972, no pudiendo rechazar una
oferta de esta corporación por 50.000 dólares con unas expectativas
profesionales realmente excelentes. Su paso por The Great Pyramid fue breve debido
a su falta de experiencia, razón por la cual chocó frontalmente en un conflicto de intereses que afectaba a varias
de las empresas dedicadas a la elaboración de informes fundamentales.
Martin
Schwartz
junto con uno de
sus colegas desarrolló un amplio trabajo de investigación sobre el sector
médico, dicha porción del mercado estaba
muy sobrevalorada y el resultado final de la investigación arrojaba una clara
recomendación de caídas bursátiles en aquel sector; en dicho informe aconsejaba el cierre de posiciones largas y la
apertura de posiciones cortas. Se trataba de una decisión racional pero poco
comercial. Martin Schwartz descubrió en
aquel momento que un analista fundamental no puede recomendar una venta de
forma directa, como mucho se debe recomendar mantener una posición. El
resultado de su trabajo fue un monumental error por parte de las empresas del
sector, el cual acabó con amenazas de demanda contra la empresa en la que
trabaja Martin Schwartz , que optó por
considerar que el problema no era empresarial sino personal y cargó todas las
culpas en Marty.
Martin hizo bien su trabajo y su recompensa
fue una falta de confianza constante por parte de sus superiores que acabaron
por despedirle en Julio de 1973, aduciendo motivos de falta de trabajo y por lo
tanto la necesidad de recortes de personal. Esto le enseñó dos grandes
lecciones: la primera fue la falta de independencia de las empresas de Wall
Street dedicadas a desarrollar informes fundamentales, y segunda la carencia de escrúpulos de algunas
empresas de Wall Street en relación con
sus empleados. Tras esto firmó con E.F.Hutton y ésta fue su ocupación, hasta
que consiguió ahorrar los 100.000 dólares que se había puesto como meta para
empezar a operar por cuenta propia.
De Analista fundamental a
Analista Técnico y trader por cuenta propia.
En Agosto de 1979 Martin Schwartz
se hizo miembro del mercado AMEX (American Stock Exchange) y
comenzó operando con acciones y con opciones sobre acciones. Los comienzos
fueron muy duros, había dejado atrás un trabajo estable con una excelente
remuneración y ahora iba a ganarse la vida como trader por cuenta propia con
todo lo que ello supone en la falta de seguridad, no existe sueldo y por lo tanto
no se puede planificar el futuro y en aquel momento lo único con lo que contaba
era con sus ganas de triunfar. Su forma de operar siempre fue la de un scalper
(Ganancias Rapidas), buscando beneficios pequeños y constantes, en ningún
momento de su carrera buscó lo que buscan la mayoría de los seguidores de
tendencia, esto es, muchas operaciones con pequeñas pérdidas y unas pocas con
grandes beneficios que superen las pérdidas de las operaciones perdedoras.
Desde que comenzó a mover su dinero fue consciente de que no existe una
metodología universal para ganar dinero en los mercados y que lo que cada trader debe hacer es buscar la metodología con la que
más cómodo se sienta para hacer rentable este negocio.
En
sus cuatro primeros meses de trading de 1979 ganó 100.000 dólares. 1980 fue su
primer año completo de trading, ganando 600.000 dólares y en su segundo año
completo ganó 1.2 millones de dólares. El sueño se había hecho realidad y Martin Schwartz
se convirtió así en millonario. Esto lo consiguió operando con
acciones y opciones, y a pesar de que los números son excepcionales su
verdadero potencial como trader lo empezó a desarrollar en un producto que le
iba como anillo al dedo. Su fuerte eran las acciones y el CME (Chicago
Mercantile Exchange) en 1982 lanzó un nuevo producto, futuros sobre el S&P
500, de la mano de Leo Melamed, uno de los grandes visionarios de los mercados
de derivados internacionales. Los futuros del S&P 500 permitían
posicionarse en 500 acciones al mismo tiempo y utilizar indistintamente el lado
largo y el corto del mercado. Hasta el momento los únicos futuros que existían
eran los futuros sobre materias primas o Commodities. La introducción de los
futuros financieros o futuros sobre índices bursátiles se convirtió en una
total revolución para el sector y para la cuenta corriente de Martin Schwartz.
El
29 de Abril de 1982, Martin Schwartz realizó su primera
operación en futuros del S&P 500 perdiendo 370 dólares. Tras la llegada de
este nuevo producto, el círculo se completo con la llegada de una máquina que
arrojaba cotizaciones en tiempo real. Neil Hirsch, que se había dedicado hasta
la fecha a la comercialización de bonos, fundó la empresa Telerate, cuya
principal aportación era la de aglutinar las cotizaciones del mayor número de
productos financieros y ponerlos al alcance del trader. Este nuevo juguete le
permitía a Schwartz controlar los precios de las cotizaciones de los bonos tras
el cierre a las 15:00 de los futuros sobre bonos del CBOT (Chicago Board of
Trade).
El
10 de Septiembre de 1982 Marty fue uno de los primeros en descubrir y explotar
la correlación existente entre los bonos y los futuros sobre índices. A las
15:00 se producía el cierre de los futuros sobre bonos del CBOT pero los bonos
seguían negociándose por los brokers y gracias a Telerate, Martin Schwartz
podía seguir las cotizaciones de los bonos desde las 15:00
hasta el cierre de los futuros del S&P 500, a las 16:15. Si en el tramo
after-hours se producía una subida de los bonos, esto implicaba una bajada de
los tipos de interés y esto a su vez conllevaba a una subida en las
cotizaciones de las acciones y por ende del futuro del S&P500. Descubierta
la correlación positiva entre bonos y futuros ya sólo quedaba una cosa,
verificar durante un tiempo prudente, digamos unas semanas, que la correlación
sigue presente en el movimiento del mercado, antes de lanzarse explotar esta ineficiencia.
Nada
más lejos de la forma de operar de Martin Schwartz que el siguiente día
de mercado, en el cual empezó a aplicar
su recién diseñada estrategia. En el tramo after-hours se produjo una subida de
los bonos por lo que a las 16:10 Marty compró a mercado 50 contratos del
S&P 500, la mañana siguiente el mercado abrió al alza y Bingo!! 7.500
dólares de beneficio en unos pocos segundos. Durante todo el mes de Septiembre
la estrategia siguió funcionando a las mil maravillas ganando 160.000 dólares.
Octubre fue todavía mejor con un beneficio de 1.4 millones de dólares. En un
mes había ganado más dinero que en toda su vida y en un periodo tan breve Marty
se había convertido en un joven millonario de 37 años, por su habilidad a la
hora de explotar las ineficiencias del mercado, todo el trabajo duro de investigación
había dado sus frutos y demostró una vez más que el trabajo duro es la
recompensa del operador.
Como
todos los grandes traders, no todo ha sido alegrías y éxitos en el mercado.
Otra de las teorías de “Buzzy” sobre los traders se basaba en que la mayor
parte del tiempo el comportamiento del operador es racional y se basa en su
planificación, sin embargo, durante el 2% de nuestro tiempo en el mercado nos
volvemos incontrolablemente irracionales y en ese breve periodo podemos tirar
por la borda todo el trabajo anterior. El día más negro en la vida de
Marty “Buzzy” Schwartz coincidió con las elecciones a presidente de los Estados
Unidos de 1982. Tras el resultado electoral el mercado comenzó un rally alcista
que Marty aprovechó hasta que consideró que estaba a punto de producirse un
movimiento a la baja, cerró sus posiciones largas y abrió cortos. La posición
empezó a perder dinero desde el mismo momento de la apertura hasta el cierre de
la sesión, sin embargo, Martin Schwartz pensó que en
cualquier momento el mercado tomaría la senda bajista y todo se arreglaría.
Todo parecía normal y no pasaba de una pérdida más, por lo que la mujer de
Marty, Audrey, que por supuesto, había dejado su trabajo y ahora ayudaba a Martin Schwartz
en el nuevo negocio familiar se tomaría el día siguiente libre.
Hacían
un buen equipo y el día libre de Audrey no preocupaba a Martin Schwartz
ya que se trataba de un día más, sin embargo las cosas
cambiaron radicalmente la siguiente mañana cuando el mercado continuó con su
rally alcista y el nerviosismo de Martin Schwartz iba en aumento, a
cada subida del mercado continuaba la agonía e iba acumulando contratos cortos
con la esperanza de que el mercado cambiara su rumbo y enfilara la senda
bajista. El mercado no paraba de subir y Marty no paraba de promediar a la baja
(“Averaging down”), cerrando el día con 250 contratos en posición corta. Toda
la sesión fue una total agonía y las noticias que llegaban tras la sesión
auguraban un arranque alcista para la siguiente sesión, por lo que las cosas se
ponían todavía más feas, Martin Schwartz no pudo pegar ojo en
toda la noche y en la siguiente sesión el hueco alcista fue un duro golpe. En
45 minutos se fue deshaciendo de su carga bajista y su cuota del 2% de
incontrolable irracionalidad le costó 800.000 dólares, un duro golpe a su patrimonio.
Martin Schwartz aprendió una nueva
lección y tras esto pasó unos días sin operar y reflexionando sobre lo que
había pasado, no tardó mucho en volver a la carga y recuperar lo perdido. Una
vez más cerró el año en positivo, ganando 3 millones de dólares en su trading
con futuros del S&P 500.
La
forma de operar de Martin Schwartz consistía en entradas
y salidas muy rápidas por lo que una de las cosas que más afectaba a sus
rendimientos eran las comisiones. Durante su primer año de trading con futuros
había hecho 25.000 operaciones de ida y vuelta con futuros del S&P 500, su
broker SLK le cobraba 25 dólares por operación lo que suponía unas comisiones
de 600.000 dólares o el 20 por ciento del total generado, esto le llevó rápidamente
a la conclusión de que para reducir comisiones lo mejor era hacerse miembro del
Merc (CME) y en 1983 por 53.000 dólares se hizo miembro del CME.
Martin Schwartz, campeón de
Trading
Martin Schwartz
fue desde su
infancia un jugador empedernido y nada le gustaba más que entrar en competición
con otros jugadores y así demostrar sus habilidades. En Enero de 1983 vio un
anuncio en un periódico en el que se mencionaba un campeonato de Trading con
diferentes categorías: Acciones, Commodities y Opciones, su carácter
competitivo en seguida lo impulso a buscar información sobre el evento, para
luego inscribirse en el evento. Se trataba de una iniciativa de Norm Zadeh, en
la que cada participante debía iniciarse con un mínimo de 5.000 dólares, sin
existir máximo y tras un periodo de trading los participantes debían mostrar
los resultados de sus cuentas para determinar quien había obtenido la mejor
rentabilidad sobre el capital inicial. El coste de la inscripción era de 150
dólares para la sección de acciones y de 195 dólares para el resto de
divisiones por lo que estaba claro que el objetivo del concurso no era ganar
dinero con las cuotas de inscripción, sino reclutar a los mejores traders.
En
el primer campeonato organizado por Zadeh se apuntaron 74 candidatos a campeón
de trading. Nuestro protagonista acabó en un tercer puesto que suponía un éxito
para cualquier participante salvo para Martin Schwartz , para el que suponía
un gran fracaso por no haber obtenido el primer lugar. En el segundo concurso
se apuntaron 133 participantes y se llevó a cabo entre Agosto y Diciembre de
1983, para esta ocasión Marty acabó en
sexta posición con un retorno neto del 69.2 por ciento. El ganador obtuvo un
388.4 por ciento.
El
ganador del primer concurso fue Frankie Joe que era un trader experimentado de
42 años, que había trabajado muchos años en el New York Stock Exchange (NYSE) y
que se convirtió en el objetivo a batir para Martin
Schwartz
, ya que el resto de participantes obtenían resultados
excepcionales en algunos concursos y pésimos en otros, lo que les convertía en
ganadores por casualidad y no por sus méritos como traders.
El
tercer campeonato se inició en Febrero de 1984 y el número de participantes
seguía en claro aumento. 184 traders lucharon en esta ocasión por el puesto de
Champion trader, y en un artículo del New York Times se describían los
anteriores concursos y como Marty “Buzzy” Schwartz era el ganador indiscutible
en cuanto a dinero ganado, su condición de campeón le empezó a crear una
importante fama en Wall Street y su rivalidad en este tercer campeonato con
Frankie Joe fue total, incluso se cruzaron llamadas telefónicas subidas de tono,
era una lucha de vida o muerte. Durante los 4 meses de concurso Marty convirtió
sus 482.000 dólares en 1.2 millones generando un retorno del 254.9 por ciento,
superior por muy poco al 251.5 por ciento de Frankie Joe. Por fin, Martin Schwartz
había conseguido el primer puesto, era el indiscutible Rey del
Trading, título que volvió a ganar en el cuarto año con un 443.7 por ciento de
rentabilidad. Además del gran éxito cosechado, ésta experiencia le enseñó otra
importante lección, sobre el estrés del trading. Frankie Joe llevaba muchos más
años que Marty operando y aparentaba casi el doble de la edad que tenía. Joe no
quiso apuntarse al cuarto campeonato y poco tiempo después del comienzo del
mismo moriría de un ataque al corazón. Tantos años de estrés acumulado acaban
por pasar la factura y como veremos más adelante Martin Schwartz
sufriría en carne propia
el golpe del estrés acumulado.
De trader a gestor de fondos
Tras haber conseguido su objetivo de
vivir del trading y convertirse en el campeón indiscutible del trading,
logrando que el público lo reconociera
como el número uno, su objetivo ahora estaba claro, tenía que ser el mejor
gestor del mercado, ya no se trataba de operar su cuenta con 10 millones de
dólares sino de gestionar el dinero de otros y de mover grandes fortunas, su
ambición no tenía límites y más tarde descubriría que gestionar el dinero de
terceros estuvo a punto de llevarle a la tumba. Al entrar en este negocio Martin Schwartz
pensaba que si era capaz de generar grandes rentabilidades con
sus cuentas propias, podría hacer lo mismo con el dinero de terceros. Su fama
se había extendido, y no sería muy difícil encontrar el dinero para la gestión.
Por aquel entonces, Commodities Corp. era el número uno en gestión de fondos y se había encargado de reclutar a los mejores traders. Le invitaron a una cena
con el resto de gestores, se trataba de un momento crucial en su carrera ya que
se iba a reunir con los mejores en el negocio para aquel momento. Allí pudo
conversar con Michael Marcus que fue reclutado por Commodities Corp. en los 70
y que en 18 años había convertido los 30.000 dólares iniciales en 80 millones
de dólares, también conoció a Bruce Kovner y, sin duda era la estrella de la noche. El mismo Paul Tudor Jones llegó al evento en su
helicóptero particular.
El
26 de Abril de 1988, Bob Easten de Commodities Corp. citó a Martin Schwartz
en Princeton, en la comida estaban presentes más gerentes de
Commodities Corp. y Dan Kornstein, abogado de Marty, una vez allí y tras los cumplidos
de rigor y las conversaciones de introducción, Bob le ofreció a Marty un puesto
en la compañía ofreciéndole lo mismo que al resto de nuevas promesas del
trading. La oferta incluía 250.000 dólares en garantías para operar y un 30% de
los beneficios obtenidos. Se trataba de una excelente oferta para alguien que
empieza en este negocio, pero no para Marty, que sintió una gran indignación.
Respondiendo que él ganaba entre 5 y 6 millones todos los años operando
con su propia cuenta y que si la oferta era esa lo mejor era que Martin Schwartz
le dejara a Bob 250.000 dólares y que Commodities Corp.
gestionara su dinero, se trataba de ver quien era más fuerte en la reunión y al
final ganó Marty. El trato final era de 10 millones para gestionar quedándose Martin Schwartz
con el 30 por ciento de los beneficios generados.
Los
comienzos como gestor fueron buenos, sin embargo su forma de trabajo había
cambiado, Schwartz se dio cuenta de que
gestionando tanto dinero no era capaz de entrar y salir tan rápido como a él le
gustaba y eso le incomodaba, incluso le hacía ganar menos dinero cada vez.
Tenía que mantener más tiempo las posiciones y eso no se ajustaba a su estilo.
Elders Futures Inc, le ofreció gestionar 20 millones más una comisión de
gestión garantizada del 6 por ciento, más el 20 por ciento de los beneficios
generados, se trataba de una oferta inigualable que le garantizaba unos
ingresos de 100.000 dólares mensuales libres de riesgo, así que aceptó el nuevo
reto, sin embargo se trataba de más de lo mismo y no se sentía cómodo con su
nueva forma de operar, así que en 1989 tomó la decisión de dejar Elders y
fundar su propio hedge fund.
El
29 de Octubre de 1990 fundó Sabrina Partners L.P. y Sabrina Offshore Fund Ltd.
Contaba con 40 millones para gestionar, los cuales pronto se convertirían en 70 millones. La comisión para gestionar ambos fondos estaba muy por encima del
mercado, pero Martin Schwartz se lo podía permitir
gracias a su fama de estrella del trading, sin embargo, sabía que si las cosas
no iban como se esperaba de él, esto sería lo primero que el recriminarían sus
inversores. En la nueva etapa de Martin Schwartz la presión de los
inversores se empezó a hacer cada vez más asfixiante, hasta que en uno de los
rallies del mercado, Marty cometió un gran error, perdiéndose la subida por
completo, eso puso muy nerviosos a sus inversores que empezaron a cuestionar
seriamente sus métodos de trabajo y algunos comenzaron a retirar parte del los
fondos que le tenían confiados.
Hasta que la
factura llego, Martin Schwartz se
sentía cada vez peor y acabó recluido en el hospital; tenía neumonía y sus
pulmones no funcionaban correctamente, presentaba caso de fiebre crónica que no
le dejaba pensar y sus estancias en el hospital eran cada vez más prolongadas
acabando en el quirófano en una operación de corazón abierto en la que estuvo a punto perder la vida. La situación había cambiado y
ahora se trataba de una decisión de vida o muerte. Schwartz
decidió abandonar y dejar de gestionar el dinero de terceros
incluso el suyo propio.
Necesitaba
salir de Nueva York y olvidarse de los mercados, así que a la edad de 48 años, Martin Schwartz, junto con su esposa y sus dos hijos se
mudó a Florida buscando una nueva vida de tranquilidad. Al principio le costó
mucho adaptarse a esta nueva vida de jubilado, sin embargo, su cuerpo empezó a
responder de forma positiva, y como el
mismo relata en los últimos capítulos de su libro, un día normal de su vida en
Florida se iniciaba jugando al golf con su hijo, luego pasaba a una comida
tranquila y relajada con su madre, por la tarde natación con su hija y en la
noche una cena romántica con su mujer; una vida envidiable, que no tenía nada
que ver con la que vivía en Nueva York, todo el día pasando ordenes a sus
brokers por el teléfono y sin perder de vista en ningún momento las pantallas
del Quotron y del Telerate.
Compaginaba
sus operaciones en trading con su pasión artística por los cuadros, su padre
había dedicado toda su vida a trabajar en el museo Smithsonian de Nueva York y
conocía este mundo muy bien, así que cuando tuvo que decidir que hacer con
parte de las ganancias del trading decidió acudir a subastas de arte y empezar
a coleccionar cuadros, en su primera subasta en Sotheby compró su primer cuadro
por 290.000 dólares, el precio pagado fue muy bueno ya que a los seis meses un
coleccionista le ofreció 700.000 dólares que como buen trader no pudo rechazar,
por aquel entonces la familia Schwartz tenía dos hijos y vivía en un
apartamento de 3 millones de dólares en Manhattan, cuyas paredes servían para
almacenar el nuevo vehículo de inversión de la familia Schwartz.
En
1999 Martin Schwartz escribió “Pit Bull:
Lessons from Wall Street's Champion Trader”, en su libro recoge toda su
trayectoria como uno de los mejores day traders, nos cuenta como se hizo millonario
siguiendo unas reglas basadas en herramientas del análisis técnico, se trata de
una autobiografía basada en la auto crítica y que es además de una fuente de
consejos prácticos y sabiduría para los futuros traders, una obra muy
entretenida y de fácil lectura, es uno de esos libros que te engancha desde las
primeras páginas.
Steven A. Cohen (1956-
)
"Estoy
buscando un homerun, aunque en cualquiera de los casos, necesito algo que
controle o apacigüe mi jugador interno y
de esta forma no abrume al Steven visionario" (Steven A. Cohen)
Es un millonario americano, director y
fundador de la SAC Capital Advisors. En el 2006 en un artículo del Wall Street Journal se refiere a él como "el rey de
fondos de cobertura".
En el 2004 fue el trader que más dinero ganó en el mundo. Su ganancia fue aproximadamente de 700 millones de dólares, y actualmente maneja unos de los más grandes Hedge Fund del planeta. Se especializa en Forex, Índices y bonos.
Se sabe poco acerca de él,
dado que es alérgico a la prensa
y es un tipo muy introvertido. Aun así, tiene un estilo de vida fastuoso: Yates de 150 pies, veleros de 76 pies electrónicos, Dos jet Guldstream V que tienen un valor de 32 Millones de dólares cada uno y un penthsouse en manhattan en el waldof astoria por 70 millones de dólares incluyendo decoración. Una mansión en greenwish de 2000 acres y varias islas privadas en varios lugares del mundo.
y es un tipo muy introvertido. Aun así, tiene un estilo de vida fastuoso: Yates de 150 pies, veleros de 76 pies electrónicos, Dos jet Guldstream V que tienen un valor de 32 Millones de dólares cada uno y un penthsouse en manhattan en el waldof astoria por 70 millones de dólares incluyendo decoración. Una mansión en greenwish de 2000 acres y varias islas privadas en varios lugares del mundo.
Amante
de los automóviles de alta velocidad, cuenta en su parque con un Mercedes
S600s, Lexus , y Porsche’s 4S.
Cohen
de 47 años, es el comerciante más poderoso de Wall Street en su historia reciente.
El propietario y fundador SAC Capital que lleva sus iníciales, es muy
reservado en sus movimientos bursátiles y es considerado como uno de los mayores genios del mercado, incluso por sus críticos
más duros. Su firma habitualmente representa hasta el 3% del volumen de las
cotizaciones diarias de la Bolsa de
Nueva York, además de hasta 1% del total del Nasdaq - una de al menos 20
millones de acciones al día. Y aunque la mayoría de sus rivales lucha para
mantener sus costos de operación bajos, "Stevie", como se lo conoce
en Wall Street, es uno de los pocos que pagar la comisión completa. Se entrega
cerca de $ 150 millones de dólares al año en comisiones a Wall Street, haciendo
de él uno de sus 10 clientes más importantes.
El
credo de la empresa, dice un ex comerciante de SAC, es "tratar de obtener
información antes que nadie." Al pagar tan valiosas comisiones a las
firmas de wall street , Cohen se convierte en el preferido a la hora de recibir
información. Un analista cuenta:
"Hago un llamado Stevie personalmente cuando tengo alguna idea, chisme o
noticia sobre una empresa, y yo sé que él va utilizar la información para efectuar negocios grandes con ella.
Cohen maneja menos dinero que titanes de los fondos de cobertura como George Soros o Julian Robertson , pero su valor comercial puro no tiene comparación con los anteriores. En el corazón de su imperio tiene más de 40 "carteras", cada una cuenta con varios operadores que ejecutan las diversas estrategias. El enfoque principal es una estrategia a corto, pero más recientemente, la empresa se ha diversificado en el arbitraje de convertibles, estadísticas, estrategias cuantitativas, y grandes apuestas sobre las tasas de interés. El dinero de los inversores se canaliza a través de siete diferentes sociedades de cartera o de los fondos - incluyendo un fondo básico, un fondo de diversificación global, y un fondo de atención de salud.
El
nombre de Cohen inspira respeto en los
pasillos de Wall Street, afirma un
ejecutivo comercial de una casa de corretaje: "Es muy bueno si estás en el
campo de Stevie ese día o ese mismo mes, pero se puede volver contra usted en
un abrir y cerrar de ojos." Pocas personas incluyendo a los empleados
antiguos y actuales de los fondos de cobertura, conocen de la vida privada de
stevie. Por su hermetismo la BusinessWeek
entrevistó durante tres meses a varias personas de su círculo más cercano para obtener
información de sus expedientes y rutinas, pero el resultado fue que la
información acerca de Cohen, es casi tan
secreta como la de Howard Hughes". Un allegado lo describe como increíblemente tímido y reacio a la
publicidad. Cohen sabe cubrir su
privacidad y sus operaciones, por ello
hace que sus empleados firmen acuerdos
de confidencialidad muy densos.
Cohen
les enseña a sus comerciantes una estricta disciplina para reducir las pérdidas. Su propia capacidad para adquirir y extraer
pedazos de información aparentemente inocua y luego aplicarlos a sus trades no tiene comparación "Él tiene el instinto y la increíble
capacidad extraordinaria, cuando se enfrenta con 100 hipótesis, de saber a cual
prestar atención” afirma Jack D.
Schwager, autor de la Stock Market Wizards.
Cohen
empezó a recoger estas habilidades a una edad temprana. Se crió en Great Neck,
NY, en una familia de clase media. Su padre
trabajaba en el negocio de fabricación de ropa, mientras su madre se
dedicaba a cuidar de las cosas del hogar. Cuando era un niño, siguió los resultados deportivos con asiduidad en la
New York Post que su padre le traía a casa cada noche.
Comenzó
a darse cuenta de que las páginas financieras también tenía una serie de
números. "Me fascino cuando me enteré de que estas cifras fueron de los
precios de las acciones y cambiaban
todos los días.
Asistió
a Wharton (Universidad de Pennsylvania), donde obtuvo una licenciatura en
economía, Cohen estaba tan obsesionado con las acciones que las negociaba entre
clases , según un amigo de la universidad.
Después
de Wharton, Cohen se dirigió a Wall Street, donde consiguió un trabajo como
operador junior en el departamento de opciones de arbitraje en Gruntal &
Co. en 1978. En su primer día de trabajo, tuvo una ganancia de $ 8.000 dólares,
y al cabo que su experiencia aumentaba,
de igual forma lo hacían sus ganancias
Sus
amigos dicen que aunque ahora es inmensamente rico, su mayor aliciente nunca ha
sido impulsado por obtener dinero, sino más
bien que le encanta lo que hace y afirma que
el dinero no es más que su marcador. Sus estadísticas son impresionantes. Armado
con información valiosa y una disciplina
férrea de comercio, Cohen ha liderado su empresa por más de doce de 12 años,
sus promedios de ganancia han sido de al menos el 40% anual, cuando la mayoría de
los fondos de cobertura obtienen el 20%.
El año pasado, su peor de la historia, Cohen ganó 13%, de acuerdo a los
inversores. "Fue un año muy decepcionante para él", dice George Fox,
un inversor SAC y el presidente de Asesores de Titán Inc., un fondo que
invierte en otros fondos de cobertura.
Físicamente,
Cohen dista mucho de su imagen como el Rambo de los traders. Tiene anteojos, escasa
cabellera y mediana estatura. “Incluso cuando Cohen ejecuta un negocio multimillonario, exhibe una calma tal, que que no pareciera
que estuviera ordenando un negocio millonario, más bien pareciera que estuviera
pidiendo un sándwich". El doctor Ari Kiev, un psiquiatra y entrenador de comercio que ha
trabajado con Cohen y sus comerciantes por más de 10 años afirma que: "A medida que evoluciona el mercado, Steve
sigue recreándose a sí mismo y nunca se duerme en sus laureles. El siempre se
pregunta, '¿qué más puedo hacer, qué hice mal, ¿cómo puedo hacerlo mejor?"
Sobre los Repos y la crisis de mediados del 2006, se debe además aclarar que veníamos de diciembre de 2005 con una OPA multimillonaria de SAB Miller sobre Bavaria, lo cual le dio mucha liquidez al mercado y se generó una burbuja.
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